A pesar de que los orígenes del 3D se remonta nada menos que al siglo XIX, a nosotros, que la memoria no nos alcanza, se nos puso cara de contentos cuando el otro día nos trajeron al estudio el libro VISIÓN MÁGICA (Ediciones B). Una revolución en su época y quizás lo que para muchos fue un primer contacto con el mundo de las dimensiones… ¿te acuerdas?
Lo que prometía “imágenes ocultas en una nueva dimensión” significaba todo un reto. Cuando uno de estos libros o láminas caía en nuestras manos automáticamente entrabamos en una especie de competición personal, con cara de absoluta concentración, (cuando no bizcos ; ) para intentar descubrir el impresionante efecto. Hasta que de repente uno focalizaba, o desfocalizaba dependiendo de la técnica que utilizáramos y sin saber cómo, entre la maraña de colores aparecía una figura bien nítida. ¡Era emocionante!
Conocido también como OJO MÁGICO (Magic Eye), estas imágenes están basadas en esteogramas que podemos definirlas como una ilusión óptica con la que se crea sensación tridimensional en base a los distintos puntos de vista que tiene cada ojo al mirar una imagen.
Lo que hemos ido averiguando por la red es que con las imágenes 3D ocultas se puede aliviar la fatiga visual. La explicación es que los músculos de los ojos se cansan después de un largo tiempo haciendo uso de la visión cercana, como por ejemplo, estar muchas horas delante de la pantalla del ordenador. Al buscar profundidad en las imágenes y relajar la vista, contribuimos a dar flexibilidad a la vista y trabajar el ojo en dirección opuesta. Así que aquí les dejamos imágenes para recuperar el equilibrio y puedan entretenerse un rato:
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